Cuántas veces has tenido visita en casa, te habría gustado sacar una tarta casera y no sabías cómo empezar. Aprende a preparar increíbles tartas para cualquier ocasión con estas recetas de tartas caseras. Pero recuerda, cuando recibes visita en casa los platos que saques tienes que conocerlos y haberlos probado antes, incluido el postre. Así que anímate a probarlas todas y decide cuál te gusta más para cada ocasión. ¡Y porque te lo mereces!
descubre una receta deliciosa: tarta mousse de chocolate
Contenido
Tarta de zanahoria, de las mejores recetas de tartas caseras
Si estás buscando recetas de tartas caseras diferentes, ésta te sorprenderá. La zanahoria es un ingrediente perfecto para preparar postres y tartas. Es muy dulce y le aporta un toque diferente. ¡Tus comensales no adivinaran o que es!
¿Qué necesitamos?
Para preparar el bizcocho de la tarta:
- 250 gr de zanahoria
- 250 gr de azúcar
- 200 gr de harina
- 4 huevos
- 125 ml de aceite de girasol
- 75 gr de coco rallado
- 75 gr de rodajas de piña natural
- 75 gr de nueces
- 1/2 cucharadita de canela
- 1/2 cucharadita de jengibre (en polvo)
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 cucharadita de levadura química
Para la cobertura:
- 100 gr de mantequilla
- 600 gr de queso crema
- 250 gr de azúcar glass
- 1 cucharada de zumo de limón
¿Cómo preparamos esta tarta de zanahorias?
Comenzaremos preparando la masa del bizcocho. Primero limpiamos bien y picamos las zanahorias. Puedes rallarlas si te gusta encontrarte los trozos más gorditos, pero mejor comienza picando para la primera y después le vas buscando el toque que más te guste. Con ayuda de la picadora vamos a hacer trocitos las zanahorias y las rodajas de piña.
Para hacer la masa
Ponemos en un bol grande los cuatro huevos enteros, junto con el azúcar y batimos con ayuda de unas varillas. Si tienes varillas que se adaptan a la batidora, o un robot de cocina, te será mucho más sencillo. Añadimos el aceite poco a poco sin dejar de batir.
A esta masa añadimos la zanahoria y la piña picadas, y el coco rallado. Continuamos batiendo para integrar todos los ingredientes. Si has optado por dejar la zanahoria un poco más grande puede que se te quede enganchados los trozos a las varillas. De ser así cambia las varillas por una pala o lengua de gato y mezcla con movimientos envolventes.
Es el momento de añadir la canela, el jengibre, la sal y el bicarbonato. La sal ayudará a realzar todos los sabores de nuestra tarta. Mezcla en un bol aparte la harina y la levadura, después tamízalo. Agrega a la mezcla poco a poco y sin dejar de remover, de este modo vamos a evitar que se creen grumos.
A diferencia de otros bizcochos, nos tiene que quedar una masa un poco líquida. No te asustes, para esta tarta es el punto perfecto. Es el momento de incorporar las nueces, intenta que no estén muy picadas ya que te gustará encontrarte los trocitos. Mezcla bien.
Prepara un molde apto para el horno y cubre sus paredes y la base con mantequilla y harina, para que no se pegue el bizcocho. Y vierte la masa de la tarta. Introduce el molde en el horno, previamente calentado a 180 grados, durante 45-60 minutos. El tiempo es orientativo, introduce un pincho en el y cuando salga limpio estará listo el bizcocho.
Prepara una rica cobertura con base de mantequilla
Continuamos con la cobertura. Necesitamos usar la mantequilla a temperatura ambiente, nunca fría. Por el contrario la crema de queso sí que la usaremos directamente de la nevera. Mezclamos bien los dos ingredientes con las varillas y añadimos el zumo de limón. Cuando esté todo bien combinado, añadimos el azúcar glas poco a poco sin dejar de remover. Cuidado con este azúcar porque vuela con mucha facilidad y en un momento puede parecer que ha nevado en tu cocina.
Una vez tenemos listas las dos elaboraciones y el bizcocho se ha enfriado, cortamos el bizcocho por la mitad con un cuchillo grande para poder rellenarlo. Comenzamos a montar la tarta. Sobre una parte del bizcocho pondremos la mitad de la crema. Se generoso con el relleno, quedará muy jugoso. Pon la «tapadera» del bizcocho y cubre con el resto de la crema. Dependerá de tu paciencia que quede más o menos liso.
Ya está la tarta lista. Una tarta bonita, jugosa y nutritiva, pero sobre todo ¡deliciosa!
Tarta de limón casera, toda una delicia
Quién podría pensar que de algo tan amargo como puede ser un limón podríamos hacer una tarta tan rica y dulce como esta. Sigue al pie de la letra todos los pasos y el resultado será espectacular.
¿Qué necesitamos?
Para la base:
- 200 gr de galleta tipo María
- 100 gr de mantequilla
Para la mousse de limón:
- 200 gr de queso para huntar
- 400 ml de nata para montar
- 120 gr de azúcar glas
- 4 claras de huevo
- 1 limón
- 4 láminas de gelatina
- Sal
Para la cobertura:
- 500 ml de agua
- 1 sobre de gelatina de limón
¿Cómo lo preparamos?
Para elaborar esta tarta de la mejor forma necesitaremos un molde que se pueda desmoldar y papel vegetal.
Lo primero será la base:
Comenzamos haciendo la base para que se vaya enfriando. Para ello tomaremos las galletas y las troceamos dentro de una bolsa con autocierre, tipo zip. Y con ayuda de un rodillo de cocina las trituraremos pasándolo por encima varias veces. Si te es más cómodo tritura las galletas de pocas en pocas y ve echando el polvo resultante en un bol.
A continuación derretimos la mantequilla, bien al baño María o en el microondas, y la añadimos al bol con la galleta. Meclamos hasta que tengamos una pasta.
Ponemos el papel vegetal en la base del molde y cortamos el exceso. Ahora cubrimos la base con la pasta de galleta. Aplastaremos con una cuchara para que quede homogeneo y compacto por toda la base.
Es el momento de la mousse de limón:
En primer lugar ponemos las hojas de gelatina en agua fria para que se hidraten. Mientras tanto, montaremos las claras de huevo con una chispa de sal. Si tu batidora tiene accesorio de barillas te cansarás mucho menos. Cuando las tengamos medio montadas, añadimos la mitad del azúcar poco a poco mientras movemos y termonamos de montar.
Por otro lado, echaremos el zumo del limón en un cazo y templamos al fuego. Cuando coja algo de temperatura, escurrimos bien las gelatinas y las añadimos. Mueve para que se diluyan y apartamos del fuego para que temple. Si quieres que tenga más sabor puedes agregar la ralladura del limón al zumo.
Es el turno de la nata. La comenzamos a montar en un bol grande y, cuando esté a medio camino, echamos el resto del azúcar poco a poco. Añadimos también el queso y terminamos de montar todo. A esta nata vamos a echar el limón con las gelatinas y mezclaremos.
Le vamos a añadir poco a poco las claras montadas y, con una lengua de gato, mezclamos con movimientos envolventes para evitar que se baje. La mousse estaría terminada. La añadimos al molde sobre la galleta y extendemos procurando que quede lisita por arriba. Dejar que repose en la nevera cuatro horas al menos.
Preparamos la cobertura:
En un cazo ponemos a calentar 250 ml de agua. Una vez rompa a hervir le agregamos el sobre de gelatina de limón y removemos bien hasta que se disuelva bien. A continuación lo retiramos del fuego y le echamos el resto del agua. Dejamos que se enfríe un poco.
Echaremos el preparado de gelatina sobre la tarta fría. Si estuviera aun caliente la gelatina la mousse se bajaría. Pero si se enfría demasiado comenzará a endurecerse la gelatina. Así que debes encontrar el punto correcto. Volvemos a meter en el frigorífico otras tres horas.
Tu tarta de limón está lista. Sólo queda desmoldar y disfrutar.
Tarta de Tiramisú, la reina de las recetas de tartas caseras
Directa de la cocina italiana, esta tarta de tiramisú se caracteriza por la exquisita combinación de café y queso mascarpone. Aprende a preparar la más tradicional de las recetas de tartas caseras, con ella tienes el éxito asegurado.
¿Qué necesitamos?
Para el bizcocho de la tarta:
- 4 huevos
- 4 cucharadas de harina de repostería
- 4 cucharadas de azúcar
Para preparar el tiramisú:
- 500 gr de queso mascarpone
- 300gr de nata para montar
- 3 huevos
- 200 gr de azúcar
- 100 gr de chocolate puro
- 2 cucharadas de chocolate en polvo
- 5 hojas de gelatina
- 400 ml de café
- 100 ml de amaretto (licor de almendra)
¿Cómo lo preparamos?
Empezamos con el bizcocho:
Para elaborar el bizcocho utilizaremos una cucharada rasa de harina y otra cucharada rasa de azúcar por cada huevo. En este caso vamos a emplear 4 huevos, por lo que son 4 de cada. Separaremos las yemas de las claras, en dos bol diferentes.
Agregaremos una pizca de sal a las claras y las batimos a punto de nieve. A las yemas les vamos a echar el azúcar y batiremos tambien. Ahora con mucho cuidado y de manera envolvente mezclaremos todo, echando las yemas a las claras poco a poco. A esta mezcla vamos a añadir la harina tamizada poco a poco.
Para hornear el bizcocho, utilizaremos una fuente rectangular grande y la cubrimos con papel vegetal. Vertemos la masa y metemos en el horno, ya calentado a 180º, durante 7-10 minutos. Dejar enfriar. Nos quedará un bizcocho parecido al que se usa en el brazo de gitano.
Utilizamos el molde que emplearemos para la tarta, como guía para cortar dos círculos iguales en el bizcocho con una puntilla. Reservamos.
Para el tiramisú:
Empezaremos preparando el «riego» del bizcocho. En un bol disolvemos una cucharada y media de azúcar en el café que tenemos ya preparado. Una vez esté bien disuelto agregamos el licor de almendra y el chocolate en polvo, que también disolveremos. El licor de almendra es lo que le dará a la tarta de tiramisú su característico sabor.
Por otro lado, ponemos las hojas de gelatina en agua fría para que se hidraten. También separaremos las claras de las yemas. A las hemas le echamos la mitad del azúcar que nos queda y batimos. Incorporamos el queso mascarpone y batimos para incorporar bien.
Es el momento de montar la nata. Una vez montada, separamos dos cucharadas en un cuenco más pequeño. Lo metemos en el microondas para que se caliente y añadimos las hojas de gelatina escurridas para que se disuelvan. Dejamos que se atempere. Cuando se enfríe, incorporamos a la crema de queso que teníamos y le agregamos también la nata montada. Mezclar todo bien.
Con las claras que teníamos aparte, las montamos a punto de nieve junto con el azúcar que nos quedaba para hacer un merengue. Ahora añadiremos este merengue poco a poco a la crema de mascarpone y nata.
¡Montemos nuestra tarta!
En un molde que se pueda desmoldar, pondremos en la base uno de los círculos de bizcocho que habíamos cortado. Con ayuda de una brocha mojamos el bizcocho con el café y licor. Sobre el bizcocho emborrachado, ponemos una buena capa de crema, que intentaremos dejar nivelada.
Sobre la crema, vamos a poner una capa de chocolate negro derretido (¡nunca caliente!). El contraste del chocolate amargo con la crema dulce es indescifrable.
Repetimos los pasos anteriores: bizcocho, emborrachar y crema. En este caso la capa de crema será algo más fina, porque con el resto de la crema y la ayuda de una manga pastelera, crearemos la decoración. Cubre la tarta y deja enfriar en la nevera al menos cuatro horas.
Antes de servir desmolda y espolvorea chocolate en polvo sobre la tarta. ¡Lista!
Aprende a preparar otra receta riquísima: tarta de ciruelas