Cuando se llega el invierno nos pone en peligro de padecer de hipotermia, principalmente a las personas mayores pues hay lugares en los que baja mucho la temperatura, incluso en algunos se mantienen por debajo de cero la mayor parte del invierno en tanto en otros no llega a ese extremo.
Pero en cualquiera de los escenarios el cuerpo regula la temperatura para que no suba ni baje mucho y los órganos puedan funcionar bien. Para ello el cuerpo genera calor. Pero cuando hay temperaturas muy bajas, este calor se pierde antes de que vuelva a ser producido.
Con el paso de las horas, el cuerpo ya no podrá reponer más calor, y comienza a caer la temperatura del mismo. Cuando la temperatura cae por debajo de 35 grados centígrados es que se considera se puede hablar de hipotermia.
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Cuando esto sucede, el cerebro no funciona bien, y es posible que la persona no se dé cuenta de qué está pasando, lo cual es muy peligroso.
La exposición prolongada al frío usará toda la energía almacenada de su cuerpo trayendo como consecuencia de esto la situación que hemos descrito con anterioridad, es decir, la llamada hipotermia que puede incluso conllevar la muerte de la persona.
La temperatura corporal muy baja puede afectar las llamadas funciones vitales, entre las que se encuentra el adecuado funcionamiento de órganos esenciales para sobrevivir, incluyendo la movilidad.
Es por estas razones que la hipotermia es particularmente peligrosa, pues la persona no se da cuenta de lo que está pasando y, por lo tanto, no podrá hacer nada al respecto.
¿Qué es la hipotermia?
No es necesario que haya temperaturas muy frías para que ocurra la hipotermia, temperaturas cercanas a los 4,5 grados Celsius, o 40 grados Fahrenheit son suficientemente bajas para que si se está expuesto a ellas por un tiempo prolongado, ocurra hipotermia, principalmente cuando la persona se ha mojado o ha sudado demasiado. El agua en la superficie del cuerpo, al evaporarse, disminuye mucho la temperatura del mismo.
Cuando esto pasa, el cuerpo disminuye el aporte de sangre a los brazos y piernas, y la redirige a los órganos del mismo para tratar de mantenerlos a una temperatura mayor que la del ambiente. Estos órganos son los que nos mantienen vivos, como son el corazón, pulmones, cerebro, entre otros.
Si la exposición al frío se mantiene, la temperatura de los pies y manos disminuye, al punto que puede sufrir congelamiento.
El congelamiento produce lesiones llamadas periféricas, pues se inicia en manos y pies. Se produce isquemia, es decir, falta de sangre, cambia la coloración de la piel a pálida y después azulosa, y puede llegar a la gangrena.
Eso sucede en las extremidades. Pero en el cuerpo, si la temperatura llega a menos de 35 grados Celsius, comienza la hipotermia.
¿Quiénes tienen mayor riesgo de sufrirla?
Hay personas que son más propensas que otras en sufrir hipotermia. Entre ellas encontramos las personas mayores y los niños pequeños, pero también concurre si se está desnutrido, si padece de enfermedades crónicas principalmente cardiacas o respiratorias.
También si está tomando sedantes u otros medicamentos para los nervios, si ha tomado mucho alcohol o drogas ilícitas que le nublen la conciencia, y si presenta un cansancio extremo que le impida tomar medidas para evitarla. Esto sucede con frecuencia en personas que toman excursiones al aire libre en invierno.
El agua en la superficie del cuerpo favorece la hipotermia, como cuando la persona se cae o baña en un río o lago u otro lugar con agua. La ropa mojada se enfría más rápido. Tener ropa poco adecuada para el frío o la ausencia de calefacción también aumenta el riesgo de padecerla.
¿Cuáles son los síntomas de la hipotermia?
La hipotermia produce varios síntomas a los que debemos estar alertas si estamos expuestos al frío. El primero son los temblores, escalofríos o tiritar de frío, que llegan a ser incontrolables. Comienza a aparecer torpeza para realizar las cosas, por el propio temblor y por la somnolencia que va invadiendo a la persona, que puede llegar a presentar dificultad para hablar. Esta confusión mental puede provocar que no hay conciencia de la necesidad de auxilio o de tomar alguna medida.
Llega a aparecer dificultad para moverse, la piel se torna fría y pálida, y puede llegar a oscurecerse principalmente en dedos de las manos y pies, como síntomas de la congelación.
Si se mantiene la exposición al frío sin tomar medidas, la persona puede caer en estado de shock y fallecer.
¿Cómo se puede prevenir?
Las personas mayores son más sensibles al frío. Su capacidad de regular la temperatura del cuerpo puede disminuir con la edad.
Debe estar al tanto del parte del tiempo. Aunque a veces una ola de frío nos sorprende, el parte del tiempo ayuda. Busque ropa adecuada para ello. Varias capas de ropa lo pueden ayudar. No debe olvidar guantes protectores. Usar dos pares de medias gruesas ayuda a proteger los pies.
El uso de bufanda impide la circulación de aire por dentro de su abrigo. Cúbrase la cabeza, principalmente las orejas, que son propensas a la congelación en situaciones de mucho frío. Trate de no mojarse la ropa que lleva y evite tomar alcohol, que puede nublar sus sentidos.
Si va a estar en su casa y usa chimenea o brasero, revise anualmente la salida del humo que no esté obstruida. Si pudiera instalar un detector de humo, sería ideal. La inhalación de humo o gas es causa de muerte todos los años en invierno. Un termómetro dentro de la casa para saber la temperatura que hay, que sea de fácil lectura, puede ayudar.
Trate de aislar las tuberías de agua en los exteriores de la casa para que no se congele el agua. Esté al tanto en el televisor o la radio de los partes meteorológicos. Tenga una linterna con baterías de repuesto.
Tenga reserva de alimentos, preferiblemente los que no se tengan que cocinar, suficiente agua, revise sus medicamentos para que le alcancen por varios días en caso que se vea impedido de salir a la calle, así como un botiquín de primeros auxilios.
Si posee auto, revise el nivel de anticongelante en el radiador, trate de mantener el tanque de combustible lo más lleno posible para evitar que se congelen las tuberías, y por supuesto verifique la calefacción del auto y la batería.
Existen listas de verificación que lo pueden ayudar a prepararse. Consúltelas.
Si crees tener hipotermia ¿qué puedes hacer?
Si comienza a temblar de frío, este puede ser el primer síntoma de la hipotermia. Trate de salir del ambiente que le está provocando los síntomas. Arrópese más de lo que está, tome bebidas calientes y dulces, pero no tome alcohol. Busque un lugar con menos frío, cúbrase con colchas si es posible.
Si es otra persona la que está con síntomas de hipotermia, abríguela con varias mantas, si están calientes mejor. Quítele la ropa mojada o húmeda si la tiene. Tápele la cabeza y el cuello. Si está consciente dele líquidos tibios y azucarados a beber. Si la persona afectada de hipotermia está inconsciente, revise la respiración, no le dé bebidas y llame por ayuda. No use agua caliente ni lámparas de calor.
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