Cada vez vemos más cerca el verano y con el aumento de las temperaturas empezamos a interesarnos de nuevo por temas como la protección solar más adecuada o cómo evitar la deshidratación. Los meses más calurosos suelen ser también los más esperados del año gracias a las vacaciones, las cervecitas en las terrazas o las largas jornadas de playa, pero… ¡cuidado! También hay peligros acechando que no debes dejar pasar ni infravalorar. Sus efectos sobre la salud pueden complicarnos bastante la vida. Hoy tratamos un tema al que solemos darle poca importancia pero que realmente la tiene: cómo proteger los ojos del sol.
Y es que no solo tu piel sufre los efectos de una sobreexposición a los rayos solares. ¡Cuídate!
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Proteger los ojos del sol, una necesidad imperiosa
Seguramente eres de los que usa gafas de sol únicamente como una cuestión de moda o para no salir en todas las fotos con los ojos achinados por la molestia del sol. Esto está muy bien, pero deberías comenzar a concienciarte de su uso por el problema que la exposición solar puede ocasionarles. ¿Sabes cómo proteger los ojos del sol? Te damos 5 consejos que no debes olvidar:
1. Gafas homologadas, no confíes en cualquiera
Esas gafas de imitación que puedes comprar en el Top Manta de las playas probablemente son muy bonitas y baratas, pero… ¿sirve para proteger los ojos del sol? Debes buscar un modelo que esté homologado y que tengan filtros UV. La mejor manera de estar segura es comprarlas en un establecimiento de confianza especializado. ¡No te la juegues!
2. Evita las horas más peligrosas
Cuando hablamos de broncearnos, las horas del mediodía son las menos recomendables, pero en cuestión de proteger los ojos del sol el horario cambia. En este caso, el amanecer y el atardecer con los momentos más conflictivos. No te expongas a ellos sin unas buenas gafas.
3. No confíes en las nubes
Si está nublado, solemos olvidar las gafas de sol en casa. Error. Los rayos solares continúan estando ahí aunque no seamos tan conscientes de ellos como en un día de pleno sol. No salgas sin tus gafas.
4. ¡Nunca mires al sol!
Mirar directamente al sol es lo más peligroso que puedes hacer, incluso aunque sea durante unos pocos segundos. Los daños podrían ser irreversibles.
5. Protégete en la playa
Cuando estamos en la playa, nos llega hasta un 15% más de radiación solar. Utiliza gorras o sombreros para proteger los ojos del sol y evitar que te lleguen directamente. Si no vas a tumbarte directamente a tomar el sol, intenta utilizar gafas en las primeras y últimas horas del día que como ya hemos visto son las más peligrosas para los ojos.
Disfruta del verano sin que tu salud se resienta. ¡Protégete!