Si pedimos a los extranjeros que definan España en tres palabras, probablemente la mayoría de ellos nos dirá: «siesta», «toros» y «paella». Una verdad a medias, ya que España es mucho más que eso. Hacemos paella, sí, pero nuestra gastronomía tiene muchísima más variedad de platos; los toros forman parte de nuestra historia, pero no todos estamos a favor de ellos; y nos echamos la siesta (cuando podemos) pero no más que los ciudadanos de otros países.
En ocasiones se utiliza la siesta como un término despectivo, una forma de catalogar de vagos a aquellos que la realizan a diario. Nada más lejos de la realidad, la siesta no solo no es mala si no que es un hábito saludable.
Para romper una lanza a su favor, hoy te vamos a mostrar 3 beneficios de la siesta y a enseñarte cómo realizarla de la mejor manera para que nuestra salud mejore.
La siesta, un hábito muy saludable
No pienses que por dormir siesta luego no conciliarás el sueño por la noche. Todo lo contrario, la siesta te ayudará a estar más relajado y a dormir mejor cuando la ciudad se apague.
La siesta, más allá de un capricho, es una necesidad biológica que no solo los españoles llevamos en nuestro ADN, si no que es común al resto de los mortales. Esa somnolencia que nos da después de comer se debe al descenso de la sangre durante la digestión, el cual se acompaña de un aumento de la temperatura corporal, imperceptible para nosotros pero que desemboca en esas ganas de echar una cabezadita.
Los beneficios de la siesta se maximizan de la realizas de manera correcta. Dormir 2 horas, en la cama y con todo apagado es un error, una rutina que se debe seguir solo por la noche para evitar cambiar los ciclos vitales a nuestro cuerpo. La mejor manera de dormir la siesta es en el sofá, con la ropa puesta y por un tiempo máximo de 26 minutos. En el caso de los niños estos plazos cambian, ya que su consumo de energía es superior al de los adultos y necesitan más horas de sueño a lo largo del día y de la noche.
3 Beneficios de la siesta
Los principales beneficios de la siesta se pueden resumir en los tres siguientes puntos:
Mejora las funciones cerebrales:
Los mejores beneficios de la siesta están relacionados con la actividad cerebral. Se ha demostrado que tiene propiedades positivas sobre el aprendizaje, el rendimiento y la capacidad de concentración.
Mejora nuestra salud cardíaca:
Gracias a la siesta podremos reducir la presión arterial de manera natural, disminuyendo también los riesgos de sufrir un infarto o dolores de cabeza crónicos asociados a factores tensionales.
Disminuye el estrés:
El último de los tres beneficios de la siesta de los que te queremos hablar está relacionado con la capacidad para relajarnos: gracias a la siesta estaremos más calmados, mejoraremos nuestro estado anímico y reduciremos el estrés.
