Tras hablar del herpes genital, retomamos un tema relacionado. Las verrugas genitales son una de las frecuentes enfermedades de transmisión sexual (ETS) ocasionada por el virus del papiloma humano (VPH) considerándose por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que existen en el orden de 660 millones de personas infectadas con este virus.
Las verrugas genitales también se conocen como condiloma o verrugas venéreas y se presentan en forma de abultamientos de consistencia blanda en la piel y las membranas mucosas de los genitales, de carácter húmedo, del mismo color de la piel o rosáceo.
¿Dónde se localizan las verrugas genitales?
Si bien el número de verrugas genitales puede ser variable, pues de hecho se pueden tener muchas verrugas, la localización es más precisa. Frecuentemente aparecen síntomas que son propios de la afectación por el virus del papiloma humano y entre estos encontramos que las verrugas genitales sean tan pequeñas que no se observen a simple vista.
En otras personas las verrugas se presentan como manchas elevadas o planas de color carne. En otras ocasiones son tumoraciones que recuerdan la apariencia de la parte superior de una coliflor.
En el sexo femenino las verrugas genitales aparecen frecuentemente dentro de la vagina o el ano, en los alrededores de la vagina, o en las márgenes del ano. Otra localización es en el cuello del útero.
En tanto en los hombres, las verrugas genitales, si bien son menos comunes, la localización más frecuente es en la punta del pene. También pueden aparecer en la uretra, el escroto, la ingle, muslos y dentro o alrededor del ano.
Con menos frecuencia pero también pueden ocurrir en los labios, boca, lengua y garganta.
Otras manifestaciones, también poco frecuentes, pero pueden en algunas ocasiones estar presentes son el aumento de la humedad en las áreas que se encuentran cerca de las verrugas. En esta consideración se puede incluir el incremento del flujo vaginal, el prurito genital y el sangramiento vaginal en el momento de mantener relaciones sexuales o después de tenerlas.
¿Cómo se efectúa el contagio?
La vía más frecuente de diseminación de las verrugas genitales es a través de las relaciones sexuales vaginales, orales o anales con una pareja infectada.
Se conocen más de 70 tipos diferentes de virus del papiloma humano (VPH) y algunos de estos, los llamados VPH de alto riesgo, pueden conllevar cambios de carácter precanceroso en el cuello del útero o también a cáncer cervical o cáncer anal. De hecho la mayoría de las personas son asintomáticas.
Si bien no todos los tipos del virus del papiloma humano ocasionan verrugas genitales, hay algunos tipos de VPH que producen verrugas en otras partes de la piel, como pueden ser las manos.
¿Cómo se diagnostica la infección por el virus del papiloma humano?
El médico puede hacer el diagnostico de las verrugas genitales con el simple examen físico.
¿Qué tratamiento es el más adecuado?
En muchas ocasiones las verrugas genitales desaparecen de forma espontánea. De no ser así el médico puede tratarlas o eliminarlas, aunque el virus del papiloma humano persiste en el cuerpo aún posteriormente al tratamiento, de forma tal que es posible que las verrugas reaparezcan con posterioridad.
¿Cómo se puede evitar el contagio con verrugas genitales?
El uso adecuado de preservativos de látex reduce extraordinariamente el riesgo de infectarse y por lo tanto es una eficiente forma de contribuir activamente en evitar la diseminación del virus del papiloma humano, importante enfermedad de transmisión sexual.
Otra opción es el uso de vacunas contra el virus del papiloma humano que con carácter preventivo pueden contribuir a prevenir las infecciones por este virus causante de las molestas verrugas genitales.
En esa dirección existe la vacuna Gardasil, del laboratorio Merck & Co., aprobada en los Estados Unidos de Norteamérica con el propósito de prevenir en mujeres de 9 a 26 años las verrugas genitales y el cáncer cervical. Efecto similar, prevenir las verrugas genitales, se encontró en varones de las mismas edades.