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La memoria, nuestra conexión con el mundo
La memoria es una de las cualidades que mejor nos representa como seres humanos. Si somos capaces de querer a nuestra familia, de divertirnos con nuestros amigos, de disfrutar de la lectura de una novela, de emocionarnos viendo fotos antiguas… es porque podemos recordar, echar la vista atrás y rememorar. La memoria, además, nos ayuda a aprender, a reconocer lo peligroso, lo saludable, lo que nos beneficia… La memoria nos permite ser quienes somos.
En realidad, la memoria funciona gracias a un proceso químico que se produce en nuestras neuronas, cuando un estímulo provoca una excitación eléctrica que desencadena todo el proceso. Sí, algo tan mágico como poder recordar la primera vez que vimos el mar, está determinado por una correcta salud neuronal. Pero, nuestro cerebro, como el resto de nuestro organismo, puede sufrir un deterioro y, sobre todo, con el paso de los años, la pérdida de memoria y de la capacidad de concentración es la tónica general de todos los individuos.
Hoy, os presentamos una serie de sencillos trucos basados en productos naturales, de los que nos gustan a nosotros, fáciles y prácticos, para que cuidéis de vuestra memoria y de vuestra capacidad de percepción y aprendizaje.
Ginseng, un gran aliado de nuestra memoria
Una de las causas por las que nuestra memoria puede empezar a fallar es por los problemas de riego sanguíneo por lo que todos los alimentos que activan la circulación, son beneficiosos para nuestra capacidad neuronal. Así, el ginseng, que tiene propiedades vasodilatadoras, es muy recomendable para fortalecer no sólo nuestra memoria, sino también para aumentar nuestra capacidad de concentración y para ayudarnos a activar nuestra actividad intelectual en general.
Orégano, la planta de los mil usos
Ya os hablamos de las propiedades y beneficios del orégano, una hierba aromática que crece de forma natural y que no sólo sirve para dar sabor a nuestros platos. El orégano posee naringenina, un flavonoide muy beneficioso para nuestra circulación sanguínea y, por tanto, para estimular la actividad neuronal.
Té verde, saludable al 100%
Otro de esos fantásticos alimentos que nos cuidan por dentro y por fuera es el té verde. En lo referido a nuestra memoria y capacidad cerebral, su consumo también está muy recomendado. Como ya sabemos, el té verde es una fuente natural de antioxidantes, por lo que, si queremos cuidar de nuestro cerebro, tomar una rica infusión de esta planta nos puede echar una mano.
La soja y la memoria
En realidad, nos referimos a la lecitina de soja, un suplemento alimentario con muchas y poderosas virtudes. Gracias a su contenido en fosfolípidos, que también encontramos en los transmisores de nuestro cerebro, podemos ayudar a potenciar la capacidad de nuestras neuronas.
El azafrán, otro gran amigo
El azafrán es una de las especias mejor consideradas de nuestra gastronomía. Además, tiene propiedades antioxidantes que benefician el riego sanguíneo de nuestro cerebro y nos ayudan a cuidar de nuestra memoria, previniendo enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
Pescado azul, indispensable
El ácido graso omega-3 es fundamental para la salud de nuestro cerebro. El pescado azul es rico en este nutriente, por lo que consumir alimentos como las sardinas, los boquerones o la caballa puede ser una excelente forma de cuidar de nuestra memoria. El omega-3 es un arma también contra las enfermedades neurodegenerativas por la capacidad que tienen las grasas poliinsaturadas de proteger nuestro cerebro.
Arándanos, dulzura para la memoria
El arándano rojo es una pequeña fruta que nos aporta una barbaridad de beneficios para el organismo. Consumir arándanos de forma habitual puede ser un gran remedio para combatir las pérdidas de memoria y ayudar a incrementar el rendimiento del cerebro gracias a los polifenoles y flavonoides que contiene.
Y vosotros, ¿sabéis ya de qué deliciosa manera podéis cuidar de vuestra memoria?