Los esqueletos humanos de hace 15000 años, antes del comienzo de la agricultura y de la producción de alimentos, nos enseñan que desde aquel entonces ya había caries. Por lo tanto, también padecían de dolor de muelas.
Por definición, el dolor de muelas se caracteriza por ser intenso, pulsátil, que en ocasiones está localizado en una pieza exacta o difuso. A veces la sensación de dolor solo se produce al masticar o al ingerir alimentos fríos o calientes, especialmente cuando estamos en presencia de caries.
Causas que pueden producir dolor de muelas
La primera causa de dolor de muelas son las caries. Al avanzar afectan la pulpa dental y como esta contiene numerosas terminaciones nerviosas se produce una reacción inmediata al consumir alimentos azucarados o también ante alimentos fríos.
Un dolor de dientes persistente, que se intensifica con el calor y en ocasiones remite con el frío, indica que ya la pulpa está dañada de manera irreversible (pulpitis).
Si muchos o todos los dientes posteriores superiores de un mismo lado son sensibles a la percusión (cuando te das golpecitos en ellos) lo más seguro es que el problema no sean los dientes, si no que tengas una sinusitis maxilar.
No obstante, podría ser un absceso periapical que ha afectado el hueso. En estos casos es típico que se produzca esa hinchazón tan característica que llamamos flemón.
Los molares en erupción o impactados, en especial los terceros molares (las muelas del juicio), pueden producir dolor e inflamación en los tejidos blandos adyacentes.
Lo más difícil de determinar es cuando el dolor de muelas se produce por cualquier otra razón. Este puede ser disparado por un dolor de oídos (otitis), cuando sufrimos una lesión mandibular y, por extraño e inconexo que parezca, hasta por un ataque cardíaco.
¿Cómo prevenir el dolor de muelas?
Obviamente, lo primero es mantener una higiene bucal impecable. Como la primera causa del dolor de muelas son las caries, debes hacer el cepillado 4 veces al día.
Cambiar el cepillo dental cada tres meses como máximo y asegúrate de que el dentífrico contenga flúor. Visita a tu dentista con regularidad y no abuses de los dulces.
Remedios caseros contra el dolor de muelas
Sobre este tema abunda la información y la cultura popular nos brinda un sinnúmero de remedios. Algunos con muy poca base, otros son bastante rebuscados, y en la práctica nadie tiene paciencia para hacerlos cuando la muela duele.
La combinación clásica que casi siempre surte efecto es efectuar buches de agua con sal, el hielo en la parte externa de la cara y el analgésico (ibuprofeno, por ejemplo, que además desinflama la zona). En muchos países se venden sin receta ungüentos con anestésicos locales como la lidocaína, que resultan muy efectivos.
Otras fórmulas que funcionan son el clavo de olor en la muela adolorida, masticar perejil o cebolla. Si no se tiene nada mejor a mano, puede recurrirse a hacer buches con algún licor: el alcohol adormece la zona, pero por muy poco tiempo.
Según la digitopuntura china, si el dolor es en la mandíbula inferior puede presionarse con el dedo en la depresión entre la barbilla y el inicio de los dientes. Pero cuando el dolor de muelas se localiza en la mandíbula superior, presione justo debajo del nacimiento de la nariz. El alivio es momentáneo, pero inmediato.
¿Ante un dolor de muelas cuándo tengo que ir al especialista?
Siempre que tenga dolor de muelas es conveniente acudir al odontólogo para que determine la causa y solucione el problema.
Si tiene dolor de muelas por más de 2 días seguidos, fiebre, dolor de oído o se le inflaman las encías o la cara, no lo dude mucho, pues está presentando un proceso infeccioso que puede tener consecuencias serias.