Aunque asociemos la celulitis con la piel de naranja, en realidad la celulitis es una infección común de los tejidos blandos que se encuentran por debajo de la piel. Ocurre cuando las bacterias se introducen por cualquier resquicio o pequeña herida o arañazo en la piel y se disemina. El resultado es la infección, que puede causar hinchazón, coloración roja, dolor o calor.
Frecuentemente ocurre en las extremidades, es decir las piernas, aunque la celulitis puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo o cara. La celulitis podría afectar sólo las capas superficiales de la piel, pero también puede afectar por debajo de estas que se encuentran en las cercanías de la zona afectada y esparcirse hacia los nódulos linfáticos y diseminarse a través de la corriente sanguínea.
La celulitis no tratada adecuada y oportunamente puede generar una infección generalizada y volverse riesgosa para la vida. Es importante buscar atención médica inmediata si los síntomas de celulitis ocurren.
¿Quiénes tienen mayor riesgo de padecer celulitis?
Las personas que por su trabajo tengan habitualmente algún tipo de trauma en la piel así como los que padecen de diabetes se convierten en blancos potenciales de padecer celulitis.
También aquellos que padezcan de trastornos circulatorios, con compromiso del flujo sanguíneo en los brazos y piernas, pobre circulación de retorno, es decir venosa o compromiso del sistema linfático. Otro grupo de riesgo está constituido por aquellos que padecen de várices.
De hecho predispone a incrementar el riesgo si la persona padece enfermedades del hígado, como son la hepatitis crónica o la cirrosis.
Los padecimientos crónicos de la piel como es el eczema, la psoriasis, o enfermedades contagiosas que le causan llagas, como es el caso de la varicela.
Síntomas de celulitis
Los síntomas comunes de celulitis que aparecen en la zona afectada o en la cercanía incluyen:
- Coloración rojiza
- Edema o hinchazón
- Aumento del Calor
- Dolor
- Infiltrado de fluidos de color amarillo claro o pus
- Fiebre
- Puntos rojos
- Ampollas
La celulitis “no purulenta” está asociada con las cuatro señales cardinales de infección, como sigue:
- Eritema
- Dolor
- Hinchazón
- Calor
¿Qué bacterias son las más frecuentes que se encuentran causando celulitis?
Frecuentemente se encuentran en los abscesos la presencia de estreptococos. Otro agente bacteriano que está presente de forma frecuente es el estafilococo aureus, y de hecho y lamentablemente las más de las veces es resistente a la meticilina.
Si aparece color violáceo y las bulas sugieren la posibilidad de que se trate de una infección sistémica con organismos de la familia de los Streptococcus pneumoniae.
¿Cuándo se debe visitar al médico?
Si aparece cualquiera de las siguientes manifestaciones no se debe perder tiempo y asistir a consultar al médico:
- Fiebre alta
- Escalofríos
- Náusea
- Vómitos
- Endurecimiento del área enrojecida
- Aumento del dolor
- Sensación de entumecimiento del área afectada
Tratamiento para la Celulitis
Existe un conjunto de medidas generales que se deben tomar frente a la sospecha de celulitis. Entre estas se encuentran:
- Medidas Generales: Elevar el área de la zona afectada para evitar que se hinche así como aliviar la incomodidad y diseminación.
- Uso de analgésicos contra el dolor: Se debe utilizar analgésicos del tipo del acetaminofén (Tylenol) o el ibuprofeno (Motrin) para aliviar el dolor, así como también mantener controlada la temperatura corporal.
- Uso de antibióticos: El tratamiento para la celulitis con antibióticos resulta efectivo en más de 90% de los pacientes. En aquellos pacientes que son alérgicos a la penicilina se puede utilizar un macrólido del tipo de la claritromicina o azitromicina.
De cualquier forma resulta aconsejable acudir al médico de forma inmediata y de esta forma contribuir al inmediato control y así impedir que se disemine la infección para evitar complicaciones que acompañan potencialmente a la celulitis.