Hablar de los avances de la medicina sin mencionar el papel protagónico de la medicina regenerativa sería un imperdonable error. Y es que esta nueva rama, basada esencialmente en los nuevos avances del conocimiento sobre las células madre nos va acercando al futuro, convirtiéndolo en realidad presente. Gracias a ellas, podemos tratar enfermedades como la diabetes o el Parkinson.
¿Qué son las células madre?
Las células madre son células de los seres vivos que tienen el potencial de transformarse en cualquier tipo de célula, como pudiera ser una célula hepática, de la piel, una célula sanguínea o una célula del sistema nervioso.
Las células madre son células que no han sufrido diferenciación, en otros términos, que no se han especializado en una función específica dentro del fisiologismo humano.
Estas células madre tienen la peculiar y característica capacidad de transformarse en diferentes tipos de células del organismo, convirtiéndose en la reserva natural de células que funcionan como un sistema de reparación para el ser vivo, con la posibilidad potencial de poder dividirse sin límites para reponer otras células que se hayan dañado.
De esta forma si una célula madre se divide, cada nueva célula puede actuar como una célula madre o transformarse en otro tipo de célula que cumplimenta una función más específica y especializada, como puede ser una célula cardíaca, un glóbulo rojo o una célula muscular.
En resumen, las células madre tienen la capacidad de diferenciarse y transformarse en diferentes tipos de células específicas.
Estas células madre pueden obtenerse de una amplia diversidad de fuentes entre las que encontramos el embrión, que serían las células madre embrionarias, sangre del cordón umbilical y procedentes de la médula ósea de adultos.
Tipos de células madre
Podemos considerar que los fundamentales tipos de células madre que han centrado la atención de investigadores son las denominadas células:
Las células madre totipotenciales son aquellas que en condiciones adecuadas tiene capacidad potencial de formar un ser humano completo, pues alcanzan la producción de tejido embrionario y extra-embrionario.
Las células madre pluripotenciales son aquellas que tienen la capacidad de diferenciarse en tejidos procedentes de cualquiera de las capas que encontramos en los embriones. Una característica esencial de estas células es que de por sí solas no pueden producir un individuo, pero sí son capaces de dar origen a todos los tipos de células y tejidos del organismo.
Las células madre multipotenciales comprenden aquellas que pueden formar diferentes tipos de células diferentes, pero no todos los tipos que pueden dar lugar, potencialmente, a un individuo. Estas células madre multipotenciales se pueden obtener de diversas fuentes entre las que encontramos la sangre del cordón umbilical, la médula ósea o la propia sangre periférica.
En que consiste la medicina regenerativa
La medicina regenerativa se sostiene en los principios básicos que da lugar a la terapia celular, es decir, sobre la base del uso de los fundamentos que admiten utilizar elementos subcelulares y aplicar la ingeniería de tejidos con vistas a remplazar las células dañadas por células sanas.
La medicina regenerativa no tan solo utiliza las células madre, sino que también incorpora la aplicación terapéutica de varios factores estimuladores así como otros elementos que participan en diversos procesos biológicos, como puede ser la terapia génica y la ingeniería de tejidos.
El uso de las células madre es el tratamiento que más ha rápido avance ha tenido en un corto plazo de tiempo, dando lugar a lo que se ha considerado como terapia celular regenerativa.
Un aspecto a destacar es que el aspecto básico de este tipo de proceder medico es que se sustenta en el uso de los mismos elementos que el organismo emplea para su autoreparación.
¿Qué enfermedades pueden tratarse con células madre?
Se ha valorado, como una posible estrategia de tratamiento con el uso las células madre para numerosas enfermedades como son la enfermedad de Parkinson, lesión de la médula espinal, diabetes, quemaduras y las enfermedades cardiovasculares.