La silicosis es una enfermedad incurable de las vías respiratorias, ocasionada por la inhalación de polvo de sílice. Esta enfermedad es común en trabajadores que se exponen al polvo de sílice, por lo que su causa es fundamentalmente laboral.
La incidencia de esta enfermedad ha disminuido sensiblemente desde la aplicación de las medidas que exigen el uso de equipos de protección. No obstante, debe tenerse en cuenta como un problema de salud que pueden presentar los trabajadores expuestos a este peligro.
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¿Qué es la silicosis?
El sílice es óxido de silicio o dióxido de silicio, un elemento duro y no biodegradable presente en la mayoría de los materiales rocosos y areniscas. Más de la mitad de la corteza terrestre está compuesta por este mineral, en forma cristalizada, criptocristalina o amorfa. La silicosis se produce cuando se inhala polvo de sílice o silicatos, material que se acumula en los bronquiolos y alvéolos pulmonares.
Este material se une de forma mecánica al tejido pulmonar y forma una amalgama que se cristaliza en las localizaciones previamente mencionados obstruyéndolos y dificultando las funciones normales de los alvéolos y bronquiolos, pudiendo llegar a ocluirlos de forma permanente.
Esta acumulación, al unirse y amalgamarse con los surfactantes de la membrana pulmonar, provoca fibrosis o cicatrización en los tejidos pulmonares, de forma granulomatosa (con nódulos inflamatorios), hializante (forma tejido cristalino en las estructuras pulmonares) y progresiva.
La silicosis afecta las paredes de los alvéolos y una vez que comienza se convierte en un tejido cicatricial y fibroso. Lo anterior conlleva a una fibrosis masiva progresiva. Cuando esta situación es muy severa y hace difícil hasta la respiración.
¿Cómo se adquiere la silicosis?
Para contraer esta enfermedad, la persona debe haber estado expuesta sin la protección adecuada al polvo de sílice durante períodos prolongados. Los síntomas aparecen posteriormente a la exposición al polvo. Por ello, la silicosis está asociada a profesiones como:
- La fabricación de abrasivos de sílice.
- La fabricación de vidrio.
- La minería.
- El trabajo en las canteras, galerías y túneles.
- La construcción de carreteras y edificios.
- La fabricación de cemento.
- Labores de limpieza con polvos detergentes que contengan sílice.
- La fabricación y empleo de pigmentos.
- La ealización de trabajos de tallado en piedras como el granito, la pizarra o la arenisca.
- El corte de piedras.
Síntomas de la silicosis
Entre los síntomas de esta enfermedad se encuentran dificultad para respirar, fiebre, debilidad general, tos fuerte, pérdida de peso corporal, dolor en el pecho, aparición de sudores nocturnos e insuficiencia respiratoria.
Estos síntomas empeoran de forma progresiva, por lo que ante su aparición y considerando los riesgos laborales del afectado es necesario buscar atención médica. Esta enfermedad, de no ser tratada desde su parición puede dar origen a serias complicaciones que conducen a la muerte.
¿ Cómo se confirma el diagnóstico de la silicosis?
Para el diagnóstico de esta enfermedad el facultativo procederá a realizar un examen físico del paciente, acompañado de un cuestionario en el que se indaga sobre su exposición a fuentes de polvo de sílice.
Luego de ello, pueden indicarse para corroborar el diagnóstico radiografías de tórax, tomografía computarizada y pruebas de función pulmonar. Se realizan además examenes complementarias para descartar tuberculosis, frecuente en las personas afectadas de silicosis. También se efectúan exámenes de sangre para descartar la presencia de otras enfermedades del tejido conectivo.
Clasificación de acuerdo a sus características
Luego de recopilados los datos anteriores, el médico procede a la clasificación de la silicosis del paciente, que puede ser:
Crónica: es la forma más común, tras la exposición continuada al polvo de sílice durante largos períodos de tiempo, por lo general aparece entre los 10 y 30 años de exposición. Esta puede subdividirse a su vez en silicosis crónica simple y complicada. La primera se caracteriza por un patrón común nodular en las radiografías, mientras en la complicada aparece fibrosis masiva progresiva.
Acelerada: en esta, los síntomas y la inflamación del pulmón aparecen más rápido que en la silicosis crónica, comúnmente hace su presencia dentro de los 10 años de exposición al polvo de sílice.
Aguda: se genera en un tiempo corto después de la exposición a una gran cantidad de polvo de sílice. Los pulmones se inflaman y se pueden llenar de líquido. Esta situación provoca dificultades respiratorias, y baja la presión de oxigeno sanguíneo. Puede conducir a insuficiencias respiratorias graves.
¿La silicosis puede ser tratada?
Esta enfermedad no tiene un tratamiento concreto efectivo y el daño es irreversible. El primer paso que debe realizarse es apartar al paciente de la fuente de polvo de sílice para evitar la progresión de la enfermedad.
Como segundo paso se combate la insuficiencia respiratoria con antitusígenos, broncodilatadores y de ser necesario la suplementación de oxígeno. Es imprescindible que los pacientes no fumen y se mantengan alejados de sustancias irritantes.
Complicaciones y pronóstico
La evolución de esta enfermedad en el decursar del tiempo, disminuye la capacidad respiratoria y puede necesitar del suministro de oxígeno y otros dispositivos que faciliten la respiración.
Una complicación usual de la silicosis es la tuberculosis, pues el sistema autoinmune del organismo está afectado. Si el daño es muy extenso, el paciente puede requerir trasplante de pulmón.
En todo caso, la expectativa de vida del paciente depende en gran medida de cuan severa sea la afectación pulmonar por la exposición al polvo de sílice. Esta puede verse afectada por las posibles complicaciones de la enfermedad, que además de la mencionada tuberculosis puede favorecer la aparición de:
- Artritis reumatoide
- Esclerodermia
- Lupus eritematoso sistémico
- Cáncer pulmonar
- Fibrosis masiva y progresiva
- Insuficiencia respiratoria
Por otra parte también hay evidencias de que esta enfermedad está implicada en el cáncer de pulmón y en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
La prevención como siempre la mejor medicina
Debido al carácter progresivo y acumulativo de esta enfermedad, es imprescindible que en todas las actividades laborales que impliquen contacto con el polvo de sílice los trabajadores tomen medidas de protección contra su aspiración.
Todas las empresas que trabajen en áreas relacionadas con polvo de sílice han de implementar además protocolos de vigilancia específicos, con mediciones periódicas realizadas por expertos para determinar la peligrosidad de las zonas de trabajo.
En la minería subterránea, la peligrosidad se clasifica en tres clases:
Clase I: bajo riego. No hay polvo y no es necesario utilizar medidas de protección especiales para minimizar su aspiración.
Clase II: es necesario utilizar medios de protección para disminuir la cantidad de polvo que inhalan los trabajadores.
Clase III: la cantidad de polvo presente en la atmósfera constituye un riesgo para la vida, por lo que se informa a las autoridades correspondientes. Esta deberá establecer las medidas correspondientes para reducir la cantidad de polvo, así como su plazo de cumplimiento.
En la minería a campo abierto es necesario aislar las cabinas y puestos de mando de la maquinaria que se emplea contra el polvo, realizar una separación correcta del operador de la fuente de emisión con el uso de mandos a distancia y emplear mascarillas de protección individual. Estas deben ser de probada eficacia y estar comprobadas y certificadas por la institución competente.
Impedir la silicosis…, proporcionando los medios de proteccion adecuados y utilizandolos apropiadamente es la conducta responsable que debe ser exigida a todos los responsables de preservar la salud de los trabajadores.
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