Se considera que existen diarreas cuando se presenta incremento en el número de las deposiciones, que puede o no acompañarse de aumento en la cantidad o una modificación en la consistencia de las heces fecales.
Como podrás apreciar resulta un tanto ambigua y abarcadora la definición. Y es que realmente las diarreas no son en sí una enfermedad sino un síntoma común que está presente en varias enfermedades y ocasiona frecuentemente visitas al médico.
Y es lógico que así sea pues sus causas son múltiples y variadas. Al punto que en los países en vías de desarrollo se considera como una de los primeros motivos de mortalidad infantil.
Causas de las diarreas
Como evitar las diarreas
Si se trata de un lactante se pueden tomar algunas medidas de carácter profiláctico como pueden ser:
- Conservar la lactancia materna como única fuente de alimentación del recién nacido al menos en los primeros 6 meses de vida.
- Garantizar la adecuada información para educar a las madres y de esta forma mejorar sus conocimientos dietéticos.
- No consumir más de 1 L de leche al día.
- Conservar las reglas higiénico-sanitarias en la casa.
- Asistir a las consultas programadas.
Si se trata de un cuadro de diarreas agudas en un niño existe un conjunto de recomendaciones que hacen los pediatras que podemos resumir en:
- Salvaguardar la lactancia materna.
- Dejar de ingerir los alimentos que ocasionan las diarreas
- Dejar de tomar los medicamentos causantes de las diarreas.
- Garantizar la ingestión de líquidos y electrólitos
- Utilizar las sales de rehidratación oral.
¿Que son las sales de rehidratación oral?
En particular la rehidratación se fundamenta en reponer la cantidad de agua, electrólitos y azúcares que se pierden como consecuencia de las diarreas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la siguiente fórmula de rehidratación por vía oral que se vende en las farmacias:
- Agua: 1 L.
- Glucosa: 20 g.
- Cloruro sódico: 3,5 g.
- Cloruro potásico: 1,5 g.
- Bicarbonato sódico: 2,5 g.
Se debe beber en pequeñas cantidades cada 1 o 2 horas.
Pero en ausencia de poder adquirir la fórmula comercial se puede preparar una fórmula casera que satisface las exigencias en su composición y por lo tanto cumplimenta sus funciones de brindar energía, sustituir las pérdidas de agua y restituir las pérdidas de sales y minerales. Esta se puede lograr mediante la mezcla de los siguientes ingredientes:
- Agua: 1 L.
- Azúcar: 2 cucharadas soperas.
- Sal común, que aporta el cloruro de sodio: ½ cucharada de café.
- Bicarbonato: ½ cucharada de café.
- Zumo de un limón mediano, que brinda el potasio.
En aquellos casos que se consideran de menor gravedad se pueden consumir jugos de frutas idóneos para rectificar la perdida de líquido. También se pueden beber bebidas carbonatadas libres de cafeína o té.
Cuando las diarreas han disminuido y se ha restituido el volumen de líquidos corporales, se puede iniciar la alimentación; empezando por ingerir caldos con pan tostado e ir llevando progresivamente la incorporación de nuevos nutrientes propios de una dieta blanda, pobre en fibra dietética y grasa, que se debe desarrollar durante unos 3 días, según sea tolerada hasta llegar a la composición de una dieta normal.
Las comidas deben ser poco abundantes y con mayor frecuencia en tanto la leche y sus derivados deben ser añadidos con precaución en casos de diarreas infecciosa.
Si se trata de diarreas crónicas ¿qué puedes hacer?
Las diarreas crónicas pueden precisar cambios dietéticos, en dependencia de las causas:
- Restringir el consumo de lactosa
- Baja en grasa
- Aumentar el contenido de fibras dietéticas
- Dieta sin gluten
Atención, alimentos que no debes consumir si hay diarreas…
- Evitar la fibra vegetal, ya que esta incrementa el volumen del contenido de los intestinos y provoca aumentos de la motilidad intestinal, es decir, el peristaltismo.
- Suprimir los embutidos, salados guisos, fritos, debido a que irritan el tractus digestivo.
- Disminuir las grasas.
- Se evitarán los estimulantes del peristaltismo, como son: café, jugos de naranja ricos en azúcar.