Inicio Salud Enfermedades Inflamación del hígado: tipos, causas y tratamientos

Inflamación del hígado: tipos, causas y tratamientos

Inflamación del hígado: tipos, causas y tratamientos
La inflamacíon del hígado o hepatitis tiene muchas causas, siendo las más comunes una infección bacteriana o reacción a ciertas sustancias.

Varias condiciones pueden dañar el hígado, donde las más comunes son infecciones por hepatitis A, B y C, consumo excesivo de alcohol y todo lo que pueda provocar cirrosis. La inflamación del hígado es una enfermedad muy común, pero existen varios tipos de esta enfermedad y aquí tendrás toda la información sobre esto.

También podría interesarte: Hígado graso: qué es, síntomas, evolución, tratamiento y prevención

Contenido

¿Qué es la inflamación del hígado o hepatitis?

La inflamación del hígado en la mayoría de los casos es el resultado de una infección viral. Sin embargo, también podría ser consecuencia de algún trastorno autoinmune, donde el sistema inmunológico de nuestro cuerpo ataca a las células hepáticas. Entre las sustancias que pueden provocar hepatitis puede comprender el mal uso de medicación, uso de drogas, alcohol y toxinas.

La hepatitis se puede subdividir en dos grupos según su duración: la hepatitis aguda que puede durar menos de seis meses y la crónica que puede durar más de seis meses.

Hepatitis
La hepatitis puede ser provocada por una reacción a toxinas, infección bacteriana o enfermedad autoinmune.

Causas de la hepatitis aguda

La hepatitis aguda puede ser provocada por varias causas. Entre las más comunes tenemos:

  • Hepatitis viral infecciosa como la Hepatitis A, B, C, D y E.
  • Otras enfermedades virales como citomegalovirus y fiebre glandular.
  • Infecciones amebianas y bacterianas graves.
  • Medicamentos, por ejemplo un envenenamiento por paracetamol o halotano.
  • Toxinas como el alcohol u hongos venenosos.

Causas de la hepatitis crónica

Por otro lado, la hepatitis crónica también tiene varias causas, algunas de ellas coinciden con la aguda. Entre las más comunes tenemos:

  • Hepatitis infecciosa como la B, C y D.
  • Toxinas como el alcohol.
  • Reacciones a ciertos medicamentos.
  • Hepatitis autoinmune: Este tipo de hepatitis ocurre cuando un número importante de células hepáticas son destruidas por el sistema inmunológico del cuerpo.
  • Trastornos metabólicos de nacimiento, como la enfermedad de Wilson y la hemocromatosis.

Síntomas de la hepatitis

Los síntomas de la inflamación del hígado pueden involucrar varios sistemas del cuerpo. Puede comprender desde una falta de energía, irritación en la piel o síntomas abdominales. Los síntomas más comunes de la hepatitis son los siguientes:

  • Diarrea.
  • Inflamación, distención o hinchazón abdominal.
  • Fatiga.
  • Dolor de cabeza.
  • Orina y heces sin color.
  • Pérdida de apetito.
  • Picazón en la piel.
  • Dolor en las articulaciones.
  • Malestar y cansancio.
  • Fiebre baja.
  • Náuseas (con o sin vómito).
  • Ictericia (coloración amarillenta de la piel y ojos).

En algunos casos, la hepatitis podría ser mortal. De manera que si presentas alguno de los siguientes síntomas, debes buscar atención médica inmediata.

  • Fatiga severa.
  • Dolor abdominal severo.
  • Vómito con sangre u oscuro.
  • Dificultad para caminar.
  • Cambio en el estado mental o repentino de comportamiento (delirio, confusión, alucinaciones o letargo).
Ictericia
La ictericia es uno de los síntomas más comunes de la hepatitis, donde existe coloración amarillenta de piel y mucosas.

Tipos de hepatitis y tratamientos

Las infecciones virales que atacan al hígado se clasifican en 5, la hepatitis A, B, C, D y E. Existe un virus diferente por cada tipo de hepatitis. Por lo general, la hepatitis A siempre es una enfermedad aguda a corto placo, la hepatitis B C y D suelen ser continuas y crónicas. Por otro lado, la hepatitis E es aguda, pero puede ser peligrosa en mujeres embarazadas.

Vacuna contra hepatitis
En la actualidad existen vacunas contra hepatitis A y B. Pero aunque no existan vacunas para la hepatitis C y E, al vacunarse contra la B también evitamos la hepatitis D.

Hepatitis A

Este tipo de hepatitis es causada por el virus de la hepatitis A (VHA). Es comúnmente transmitido a través de los alimentos o agua contaminada por heces de una persona infectada con este virus.

Por lo general, este tipo de hepatitis no requiere tratamiento al ser una enfermedad de corto plazo. Lo recomendado es tomar reposo en cama si los síntomas resultan muy molestos. Si experimentas vómitos o diarrea, debes seguir las indicaciones del médico al pie de la letra y mantenerse hidratado.

Hepatitis B

Este tipo de hepatitis es transmitido por contacto con fluidos corporales infectados, tales como: secreciones vaginales o semen, sangre o cualquier otro que tenga el virus de la hepatitis B (VHB). El uso de drogas inyectables, compartir una hojilla de afeitar o tener relaciones sexuales con una pareja infectada son las formas más comunes de infectarse con este virus.

La hepatitis B no requiere un tratamiento en específico. Es tratado con medicamentos antivirales, por lo que puede resultar costosa al ser un tratamiento de meses o años. La hepatitis B crónica requiere de evaluación médica y monitoreo regular, para corroborar que el tratamiento funcione.

Hepatitis C

Es ocasionado por el virus de la hepatitis C (VHC). Se transmite por el contacto directo (alguna herida en la piel o mucosa) con fluidos corporales infectados, a través de drogas inyectables y contacto sexual.

El tratamiento en este caso son medicamentos antivirales para tratar las formas agudas y crónicas de la hepatitis C. Por otro lado, las personas que sufran de hepatitis C crónica pueden requerir diversas pruebas para determinar el mejor tratamiento. Los pacientes que desarrollan cirrosis o alguna enfermedad hepática por este virus, pueden requerir trasplante de hígado.

Hepatitis C
La hepatitis C e transmite por contacto directo de alguna herida en la piel o mucosa con fluidos corporales infectados, a través de drogas inyectables y contacto sexual.

Hepatitis D

Este tipo de inflamación del hígado es una enfermedad hepática más grave, causada por el virus de la hepatitis D (VHD). Es transmitido por contacto directo con la sangre infectada, pero es un caso muy raro de hepatitis que sólo ocurre junto a la hepatitis B. De manera que, la hepatitis D no puede existir sin la presencia de la hepatitis B.

En la actualidad, no existe medicación antiviral para este tipo de hepatitis. Pero puede prevenirse al vacunarse contra hepatitis B.

Hepatitis E

Este tipo de hepatitis es causado por el virus de la hepatitis E. Por lo general, este virus se encuentra en áreas con saneamiento deficiente y el agua es contaminada por materia fecal. Por lo que al consumir esta agua, fácilmente se puede contraer el virus.

No existe terapia para tratar este tipo de hepatitis, ya que es una infección aguda y sana por sí sola. Por lo general, lo más recomendado es descansar, beber mucho líquido, evitar el alcohol y mantener una buena dieta. Por otro lado, las mujeres embarazadas y sufren esta infección requieren vigilancia y atención.

Hepatitis autoinmune

Por lo general, los corticosteroides como la prednisona o budesonida son muy importantes para el tratamiento temprano de esta hepatitis. Suelen ser muy buena opción en un 80% de los pacientes.

La azatioprina (Imuran), es una droga que permite suprimir el sistema inmune, por lo que también se incluye en el tratamiento. Esta puede ser usada con o sin esteroides. En algunos casos, se puede sustituir la azatioprina por algún otro fármaco inmunosupresor.

Otras recomendaciones

Si presentas inflamación del hígado, lo mejor es incorporar en tu dieta algunos alimentos que beneficien a tu hígado. Entre los mejores alimentos que puedes incorporar están: la cúrcuma, arándanos, verduras de hoja verde, piña, té verde y ajo. Por otro lado, también debes evitar comidas ricas en grasas, procesadas y con alto contenido de azúcar.

 Alimentos para el hígado
Es importante incorporar alimentos que beneficien a tu hígado, para sanar más rápidamente cualquier inflamación presente en el hígado.

Lee también: Hepatitis, ¿una enfermedad que es posible evitarla?